Para aparcar está muy fácil, porque en el lugar donde termina la carretera se puede dejar el coche, es una especie de rotonda sin salidas. Y si está lleno, unos metros antes también se puede dejar el coche.
Es la primera salida que hacemos con Niko, y por miedo de que se escapara o se cayera no hemos podido hacer muchas fotos, pero seguro que volveremos. Lo ideal es tener el privilegio de ver un amanecer o un atardecer. Se recomienda ir con día despejado.
Junto a la ermita hay un merendero que mucho excursionistas aprovechan para pasar el día desde un lugar envidiable.
